Señor, Dios todopoderoso, venimos humildemente a tu presencia con nuestro agradecimiento y nuestras palabras de gratitud por todos tus beneficios para con nosotros. Te adoramos, te alabamos, te glorificamos, porque a ti pertenece la magnificencia, el poder, la gloria, la eternidad y la majestad por los siglos de los siglos.
Al amparo del salmo 109, te rogamos Señor, que en esta angustia, tristeza y persecución que estamos atravesando a causa de nuestros enemigos, vengas en nuestra ayuda, alejes la ansiedad de nuestros corazones y nos pongas bajo tu divina protección.
Hemos escuchado cómo rescataste a tus adoradores del pasado ante la adversidad, especialmente a tu siervo David, sabemos que no has cambiado y nunca cambiarás, líbranos también de nuestros enemigos conocidos o desconocidos, visibles o invisibles.
Envíanos y cúbrenos con tu espíritu santo, como hiciste en Pentecostés con los apóstoles, para que se convierta en escudo y fuego consumidor entre nosotros y nuestros enemigos. Aleja de nosotros, de nuestros hogares, nuestras empresas y nuestros puestos de trabajo, el mal y a quienes pretendan hacernos daño.
Por el poder del Espíritu Santo, que sus obras sean destruidas en el nombre de Jesús. Que tus ángeles estén delante de nosotros a nuestra derecha, a nuestra izquierda, detrás de nosotros dondequiera que estemos, y no permitas que nos alcance ninguno de los que pretenden hacernos daño.
Que tu poderosa protección nos envuelva por todas partes, y que nuestros enemigos se desvíen de su camino, se desanimen y abandonen sus planes de hacernos daño.
Ahora Padre, si nuestros enemigos no cambian de opinión como el Faraón no cambió de opinión al perseguir a los israelitas, haz con ellos como hiciste con el Faraón y su ejército. Que ellos mismos caigan en el hoyo que cavaron para nosotros. Que les alcance la muerte prematura que planearon para nosotros. Que la desgracia que nos han preparado caiga sobre sus cabezas. Que su violencia caiga sobre sus cráneos.
Te pedimos que tu justicia divina, que es ojo por ojo y diente por diente, les sea aplicada de ahora en adelante. Sí padre, que los que nos han pedido con su propia boca, les sea servido.
Pero benditos sean todos aquellos que tienen buenos planes para nuestras vidas. Todos los que rezan por nuestras vidas. Todos los que luchan por nuestra felicidad, Señor, multiplica tus bendiciones con respecto a ellos.
Ponemos a todos nuestros suscriptores en tu poderosa mano protectora, tú que ves una hormiga negra sobre una piedra negra en la noche oscura, estamos convencidos de que conoces la situación por la que atraviesa cada uno de ellos, así como lo que realmente necesitan. Padre celestial, llénalos de tus bendiciones para tu gloria.
Te lo pedimos en el poderoso nombre de Jesús. Amén.
Escribe amén en el nombre de Jesús en los comentarios para activar esta oración en tu vida, porque tu amén significa que así sea o que me sea hecho.
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